Los panellets son unos pasteles pequeños y de diversas formas, hechos a base de mazapán y otros ingredientes que les dan un sabor y aroma característicos. Son los postres típicos de la fiesta de Todos los Santos en Cataluña, Ibiza y Valencia, junto con las castañas, los boniatos o el vino dulce (típicamente moscatel, mistela, vino de misa, vino rancio o vino dulce de Banyuls). Hay que situar el origen de los bollos en el siglo XVIII, cuando tenían un carácter sacramental.
Por Todos los Santos los campaneros tenían que tocar a difuntos toda la noche para que nadie olvidara de rezar por las almas del purgatorio y los fieles difuntos. A la medianoche vecinos y feligreses se acercaban a la iglesia y compartían con los campaneros frutos secos, galletas, dulces y vino dulce. De este origen se ha derivado la Castañada, fiesta en la que se consumen estos dulces llamados panellets y las castañas cocidas a la brasa del carbón o al horno.

“Panellets” típicos realizados por Raquel Beltran
La base más característica de los panellets es una mezcla de almendras crudas molidas, azúcar y clara de huevo batida a punto de nieve. A menudo, y para que sea más económico, se añaden patatas hervidas (o boniatos hervidos). Todos los tipos se cuecen al horno. Los más populares son los panellets de piñones que están hechos de la base del bollo rebozado de piñones y barnizados de clara de huevo.
Actualmente los panellets se han convertido en productos muy populares consumidos por todas las clases sociales. Hoy en día los bollos se compran en la pastelería o se hacen en casa para disfrutar en familia o amigos de estos productos de otoño.